Cementerio

El Cementerio de Orellana se localiza al noreste del núcleo urbano pudiendo acceder desde la EX115 dirección a Orellana de la Sierra a la altura del pk. 15 a la derecha de la carretera.

La exhumación en Orellana la Vieja se realizó a finales de 1978. Se trata de uno de los ejemplos más claros del "efecto contagio" al tener una estrecha relación con lo que sucedió unos meses antes en la cercana localidad de Casas de Don Pedro. Los principales y únicos promotores fueron los familiares. El 17 de diciembre de 1978 salió publicada la noticia en el HOY, sección Región Extremeña, informando de la reinhumación de los restos extraidos de varias fosas. La noticia lleva el título de "Orellana la Vieja: Acto memorable de convivencia" y relata brevemente la participación masiva de la gente del pueblo en el acto. Además alude, aunque sin entrar en detalle, al hecho poco usual de la celebración de una misa en la iglesia parroquial. El cura párroco, Fermín Solano, se vio obligado a abrir todas las puertas para que los que estaban fuera pudieran seguir la ceremonia. Se erigió un mausoleo en el cementerio con los nombres de más de 60 víctimas en esta población.

Orellana la Vieja se mantuvo en poder de la República hasta el 21 de julio de 1938 cuando fue ocupada por los franquistas dentro de la operacíón militar del "cierre de la Bolsa de La Serena o de Mérida". Tras el golpe se había constituido el Comité de Defensa de la República. En la localidad se asentó desde mediados de 1936 un batallón con milicianos de varios pueblos de la zona. En esos primeros momentos, concretamente en agosto y octubre, se produjeron los asesinatos de 16 personas por los izquierdistas. Tras ser ocupada la localidad por los sublevados, fueron 85 los asesinatos cometidos. La represión ejercida en la localidad por los partidarios de Franco comenzó de inmediato tras la ocupación del pueblo, aunque tuvo su punto culminante tras el fin de la guerra. Esto último estuvo motivado principalmente por el regreso de muchas familias campesinas que habían huído al interior de la zona republicana durante la ofensiva franquista de julio y agosto de 1938. El historiador Martín Bastos señala al mes de mayo de 1939 como el que acumula mayor número de asesinatos. El mismo autor señala los lugares donde se produjeron los asesinatos, que se concentraron en el cementerio y alrededores y en la zona de trincheras de la Peña del Mentidero, paraje situado en término de Esparragosa de Lares y en la carretera que se dirige a Puebla de Alcocer.

La Crónica de Badajoz | E. B. | 6-5-2011.
Web de PREMHEX.

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